"Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho"
El Ministerio de Economía y Finanzas, en coordinación con el Ministerio de Salud y el Ministerio del Ambiente, modificó las tasas del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) de los productos que tienen mayor incidencia en la afectación de la salud y en el medio ambiente.
En los últimos años se ha observado un incremento en la demanda de varios de estos productos como las bebidas alcohólicas, bebidas azucaradas, combustibles, entre otras. Por el contrario, los recursos disponibles para atender las externalidades generadas por el consumo de estos bienes han ido disminuyendo. En efecto, la emisión de CO2 ha seguido una tendencia creciente por el mayor consumo de combustibles, contraria a la tendencia decreciente de la recaudación vinculada al ISC que grava los combustibles, el mismo que se redujo, pasando de 1,6% del PBI en el 2003 a 0,4% en el 2017. Esto genera que el Gobierno disponga de menores recursos para atender las externalidades negativas que genera la contaminación y la toxicidad de los combustibles fósiles.
Es importante señalar que esto ocurre en un contexto donde el costo social en Perú por enfermedades no transmisibles -asociadas al consumo de productos como alcohol, cigarrillo, bebidas azucaradas, entre otros - es en promedio US$24 mil millones anuales de acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Harvard, lo que es equivalente a cerca del 11% del PBI anual[1]. Para poder combatir estas enfermedades se requiere de otras herramientas de política como los impuestos tal como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud. De hecho, de acuerdo a Cepal, el gasto en salud peruano es cercano a 3,7% del PBI, un resultado que es inferior al de países como Chile, Colombia, Brasil y Argentina con gastos superiores entre 4,4% y 7,1% de su PBI[2].
Ante ello, se ha dispuesto la modificación del Impuesto Selectivo al Consumo que grava las bebidas alcohólicas, azucaradas, cigarrillos, combustibles y vehículos para alinearlos a las externalidades que el consumo de dichos productos generan en la salud y bienestar de las familias peruanas, en coordinación con el Ministerio de Salud y el Ministerio de Ambiente. Estos cambios están siendo acompañados y fortalecidos por una mayor fiscalización y control del contrabando, informalidad y piratería por parte de la SUNAT mediante el uso de tecnología para mejorar el control del tránsito de mercancías, focalizar los esfuerzos en los agentes riesgosos y/o bajo sospecha, y mayores operativos de control en sectores de comercialización informal o dudosa procedencia.
El detalle de las medidas es el siguiente:
Vehículos nuevos y usados
En el caso de vehículos, se está incentivando el uso de los vehículos menos contaminantes y la renovación del parque automotor. Por ello, el Decreto Supremo precisa que los vehículos nuevos para transporte de pasajeros que tengan algún mecanismo dual como gas o eléctrico no pagarán impuestos y los vehículos a gasolina nuevos tendrán una tasa de solo 10%. Por el contrario, se desincentiva el uso de los vehículos a gasolina usados que tendrán una tasa de 40%. Asimismo, los vehículos nuevos que utilicen diésel o semidiesel tendrán una tasa de 20%, mientras que a los vehículos usados se les aplicará una tasa de 40%. Por último, las camionetas pick-up no pagarán impuesto por ser un bien de capital.
Bebidas azucaradas y tabaco
De la mano con el Ministerio de Salud, se ha creado un nuevo rango en el ISC a las bebidas azucaradas para reducir los incentivos a consumir aquellas bebidas que tengan una mayor concentración de azúcar y por lo tanto tengan un efecto más perjudicial sobre la salud. Esta medida se encuentra en línea con la experiencia exitosa de modificación impositiva en México. Así, todas aquellas bebidas que tengan menos de 6 gramos por 100 mililitros de azúcar mantendrán una tasa de 17% y las que contengan una cantidad mayor a esta se les aplicará una tasa de 25%.
En el caso de los cigarrillos de tabaco negro y rubio, se busca desincentivar su consumo tomando como referencia la experiencia exitosa del 2016. Por ello, el ISC por cigarrillo pasará de S/ 0,18 a S/ 0,27 por cada uno.
Bebidas alcohólicas
La reciente modificación del ISC a las bebidas alcohólicas busca: (i) reducir los incentivos al consumo de estas bebidas, y (ii) brindar una mayor progresividad al impuesto al valor. Para ello, los licores que tengan entre 0 y 6 grados de concentración de alcohol se mantiene el ISC de S/ 1,25 por litro producido y se eleva de 30% a 35% la tasa al valor según precio de venta al público.
Para los licores con mayor concentración de alcohol, los que superen los 20 grados, se mantiene los S/ 3,40 por litro, pero se sube de 25% a 40% la tasa al valor.
Combustibles
En el caso del ISC a los combustibles, también se hizo ajustes tomando en cuenta su grado de nocividad, en coordinación con el Ministerio del Ambiente. Con esta medida, se corrige la distorsión vigente que hace que el gasohol de 97 octanos pague más impuesto selectivo al consumo que el diésel, siendo este último el combustible más nocivo.
Lima, 10 de mayo de 2018
OFICINA DE COMUNICACIONES
[1] David E. Bloom, Simiao Chen, and Mark E. McGovern (2016): The economic burden of noncommunicable diseases and mental health conditions: results for Costa Rica, Jamaica, and Peru. Pan American Journal of Public Health
[2] CEPAL, base de datos de inversión social.